miércoles, 10 de noviembre de 2010

La izquierda en los 60.

“El 9,8% de las adhesiones obtenidas en las elecciones de 1966 en total por los partidos de la izquierda, evidenciaba la existencia de un aparente ‘techo’ para estas agrupaciones. Sin embargo, desde principios de la década comenzaron a afinarse proyectos de formación de un frente común. Las dificultades para la unión de los partidos y las agrupaciones de izquierda en un frente político común estaban directamente relacionadas con las diferencias tácticas y estratégicas imperantes en estas organizaciones. Como se ha señalado en el capítulo anterior, el proceso político experimentado por los partidos y las agrupaciones políticas desde comienzos de la década de 1960, deben ser analizados en un contexto mundial pautado por una etapa de especial endurecimiento de los antagonismos de la Guerra Fría en el continente latinoamericano, que desde 1961 contaba con un gobierno apoyado por la URSS en territorio cubano.
A grandes rasgos, la posición acerca de la violencia revolucionaria y el tipo de vínculo a establecer con la Unión Soviética constituyeron dos de los grandes ‘parteaguas’ de la izquierda latinoamericana en esta época, ante los cuales sus pares uruguayos no permanecieron ajenos. Una parte de la izquierda uruguaya –representada entre otras por las agrupaciones de tendencia anarquista y las inspiradas en las revoluciones cubana y china- descartaba la vía electoral como motor de cambio social, aprobando la lucha armada como forma de llagar al poder. Los defensores de esta estrategia tuvieron su correlato en los movimientos sindical y estudiantil, desde donde promovieron acciones tendientes a lograr una mayor radicalización de la protesta, procurando mantener un margen de autonomía con respecto a la subordinación partidaria. Defensor de otra posición, el Partido Comunista Uruguayo (PCU) si bien no descartaba la lucha armada en una etapa futura, apostaba a la formación de un gran movimiento de masas que creara conciencia acerca del camino revolucionario. Rodney Arismendi –Secretario General y principal teórico del PCU desde mediados de la década de 1950- se refería al ‘camino pacífico al socialismo’. Principal impulsor de esta concepción, el PCU alentaba la participación electoral, otorgando especial importancia a las agrupaciones partidarias en la planificación y organización de la protesta social.”
(Frega, Ruiz, Porrini, Islas, Bonfanti, Broquetas, Cuadro; Historia del uruguay en el siglo XX (1890-2005). Ed. B.O. Uruguay, 2008. pp. 168, 169)

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