“Llamamiento a la ciudadanía”. 20/2/68
“Frente a la situación muy grave de la República, los ciudadanos que suscriben consideran que tienen el deber de hacer un llamado al país con el propósito de contribuir a la recuperación del Uruguay el mantenimiento de sus libertades esenciales. A la zaga de la crisis económica, cuya profundidad no tiene paralelo en nuestra historia y de las tensiones que engendra y que es de temer que se agraven, se ha producido un, al principio lento y luego acelerado, deterioro de derechos y libertades incorporados a la Constitución y que se creían definitivamente adquirido, el derecho de huelga, la libertad sindical, la de expresión, la de prensa, la de personas, la de los partidos políticos, cuya muerte se ordena por decreto así también por clausura de diarios e imprentas. Esas libertades y derechos no pertenecen a los gobernantes. No se combate la crisis con medidas de fuerza. Las tensiones y los reclamos no son el origen de los males. Son la consecuencia. El país está sumido en la miseria y en la desesperanza. No saldremos de situación semejante con medidas monetarias, devaluaciones en cadena que sólo sirven para agravar los vicios y carencias. No saldremos con congelación de sueldos y salarios que harán mayor la miseria de los más y en definitiva la miseria general. No saldremos con la ayuda del préstamos extranjeros que hará más insoportable la carga de las obligaciones en el exterior. El endeudamiento conlleva la dependencia. Sólo existe una alternativa frente a los proyectos y recetas del FMI que el gobierno ha terminado por hacer suyos (...) Llamamos a todos los hombres de buena voluntad y templada fe, a una acción coordinada y constante, sin descanso, que la urgencia y la importancia de la tarea no admiten para defender las libertades y derechos esenciales que han sido en más de una ocasión vulnerados y están amenazados”. (Firman: Carlos Quijano, Rodolfo Tálice, Humberto Ciganda, Juan Pablo Terra, José D’Elía, Atahualpa del Cioppo, ... siguen firmas)
(extraído de Ferrer y Fagúndez, “Los Años Duros”Ed. Monte Sexto. Uruguay, 1987. pp. 52, 53)
Declaración del Consejo Central de la Universidad (7/6/68)
“Ante el grave atentado policial ocurrido el día 6 de junio próximo pasado, por el cual resultaron 4 estudiantes herido de bala, uno de ellos gravemente, el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República, reunido una vez más en sesión extraordinaria para considerar la grave situación de deterioro en que se encuentran las libertades públicas y la seguridad individual en nuestro país declara: 1º) que es absolutamente imprescindible, y de urgencia impostergable, en salvaguarda de los más elementales derechos de la persona humana y la dignidad nacional, encarar una reorganización y purificación profunda del desprestigiado instituto policial; 2º) que se exige de los poderes públicos, particularmente del Ministerio del Interior, una permanente atención sobre sus subordinados que garantice que hechos como el ocurrido no se vuelvan a reptir, así como la sanción pertinente de los responsables en todas las jerarquías, del criminal atentado que motiva esta declaración.”
(Idem. p. 61)
Artículo del diario “El Día” del 10/6
“Se prevé una semana dura
Observadores avezados coinciden que mientras se mantengan la actual orientación económica, no habrá tranquilidad en el país. Las dificultades en grandes núcleos populares van llegando a grados de saturación; y el mal humor y la irritación de la gente aumentan en la misma proporción que la inflación, la carestía y el consiguiente desbordamiento de sueldos y salarios. Esa es una conclusión dominante, según ya lo hemos señalado en varias oportunidades, en todos aquellos dirigentes políticos en contacto con la diaria realidad de los precios, las remarcaciones, destructora desvalorización de nuestra moneda y el descontento existente en la opinión pública. Si no hay una rectificación por lo menos gradual en la orientación económica, no se va a salir de tal estado de permanente convulsión. Más de una vez se ha dicho que las directivas del Fondo Monetario Internacional, parecen hechas de medida para hacerle fácil la tarea a los agitadores extremistas, por el daño que causan y la resistencia popular que encuentran en todos los países donde se han aplicado. Esa es una realidad que el Uruguay está viviendo ahora intensamente y así lo entienden todos los dirigentes políticos deseosos de un cambio o de un ajuste en la conducción económica.”
(Idem. p. 62)
Declaración de la CNT (14/6) ante el decreto del P.E. de imposición de Medidas Prontas de Seguridad
“... las tremendas dificultades económicas a que se ve enfrentando el país y la penuria que padece la población trabajadora son la consecuencia directa de los nefastos dictados emanados del FMI (:..) la causa profunda de la conmovida realidad social y gremial del país no es otra cosa que la miseria creciente, la carestía insufrible, la inflación devastadora, las devaluaciones en cadena, el deterioro del nivel de vida popular (...) llama en consecuencia a todas las fuerzas progresistas y democráticas a montar vigilancia contra esas acechanzas gorilas y a reclamar el levantamiento de las Medidas Prontas de Seguridad y a estrechar filas en defensa de la libertad”.
(Idem. p. 63)
Comunicado del MLN a la opinión pública luego del secuestro del Presidente del Directorio de UTE Pereyra Reverbel
“Frente al ataque violento y desembozado que 6 o 7 grandes banqueros, especuladores, latifundistas y comerciantes erigidos en ministros y gobernantes están llevando a cabo contra derechos y libertades fundamentales de nuestro pueblo. Frente al ataque fascista contra las auténticas organizaciones sindicales, estudiantiles y populares, expresando fundamentalmente por la reglamentación sindical, los apaleos, la militarización y las detenciones registradas. Frente a la inmoralidad que significa la congelación de salarios e ingresos de los sectores más empobrecidos, mientras se mantienen intactos los intereses de quienes son los causantes de la crisis que sufre el país y después de haber enriquecido los bolsillos de unos pocos especuladores que ocupan cargos de gobierno a instancias de una devaluación fraudulenta. Frente a la entrega de nuestro país al capital norteamericano a través del Fondo Monetario Internacional y de la injerencia cada vez mayor de las dictaduras vecinas en nuestros asuntos (...) Frente a todo esto, lo que organizar la defensa del pueblo, continuar la lucha organizándose adecuadamente para responder a la violencia reaccionaria con la lucha revolucionaria (...) Por ello y como advertencia de que nada quedará impune y de que la justicia popular sabrá ejercerse por los canales y de la forma que corresponda y convenga, es que hemos detenido al señor Ulises Pereyra Reverbel, digno representante de este régimen, estanciero, defensor de grandes contrabandistas de Artigas, asesino a mansalva de una persona sin haber pagado su crimen, perseguidor de los obreros de UTE y uno de los principales ideólogos de la actual política imperante”.
(Idem. pp. 69, 70)
Editorial del semanario “Marcha” el día posterior de la muerte de Líber Arce
“Herir a la Universidad, alzarse contra ella, pretender avasallarla, es, lo sabemos, lo sentimos, lo comprobamos, herirnos a todos y a cada uno de nosotros en algo que nos es entrañable y esencial, que misteriosamente se confunde con nuestra razón (...) Troquelados, moldeados por la Universidad estamos atados a ella de por vida. Y cuando vemos a los jóvenes que toman el azaroso camino de la lucha desigual contra las fuerzas reaccionarias de siempre para defender a la Universidad, a ‘su’ Universidad, a ‘nuestra’ Universidad, los viejos tenemos que sentir tranquilidad y orgullo. Los relevos cumplen con su deber que no ha dejado de ser también el nuestro.” (Carlos Quijano)
Artículo de Roberto Ares Pons en Cuadernos de Marcha, (abril del 71)
“Era una lucha en las que se agitaron reivindicaciones estudiantiles concretas como las referentes al precio del boleto, pero también y fundamentalmente consignas relacionadas con la situación general que vivía el país. (...)
Aquellos que no sintieron directamente o a través de sus familiares las consecuencias de la represión, sufrieron igualmente el sacudimiento emotivo e intelectual que necesariamente tenían que provocar estos acontecimientos en el estudiantado, sector particularmente receptivo y sensible a los problemas sociales y políticos y que tiende a reaccionar ante ellos rápida y generosamente (...)
La generación joven siente la frustración del país y el cierre de horizontes como su frustración generacional.
La rebeldía del estudiantado y su intensa fermentación ideológica, que se orienta ineluctablemente hacia soluciones de izquierda, constituye uno de los rasgos más característicos de esta etapa de la historia de nuestro país.”
(Extraído de Cores – Uruguay hacia la dictadura” Ed. Banda Oriental. Uruguay, 1999. pp. 8 y 9)
“Del Consejo Central de la Universidad” (15/8)
“El Consejo Directivo Central de la Universidad de la República manifiesta ante la opinión pública:
1) Que en las primeras horas de la madrugada del día de hoy, elementos policiales asaltaron los siguientes locales universitarios: Edificio Central, Facultad de Arquitectura, Facultad de Agronomía, Facultad de Medicina y Escuela Nacional de Bellas Artes.
2) Que ese asalto se llevó a cabo sin que ninguna gestión previa se realizara ante las autoridades universitarias.
3) Que durante el mismo las fuerzas policiales efectuaron ingentes destrozos materiales y destruyeron material docente y documentación por valor de varios millones de pesos.
4) Que las autoridades universitarias responsabilizan de este hecho que no tiene precedente en el país, ni en épocas de los más despóticos gobiernos que ha padecido la República, al señor Presidente de la República, Jorge Pacheco Areco y a sus ministros, muy especialmente a aquellos que ostentan título universitario.
5) Que actos como el denunciado muestran que una vez más el gobierno, incapaz de tomar las medidas por gobernar al país, está decidido a todo tipo de violencias con el fin de mantener a la república en un estado de artificial intranquilidad.
6) Que la Universidad de la República, fiel a su tradición, condena enérgicamente el atropello policial y proclama la necesidad de la unión de las fuerzas nacionales interesadas en salvar al país de la violencia, del desgobierno y de la inmoralidad, así como de abril el camino de progreso que reclama la enorme mayoría de la población.”
(Extraído de “La caída de la Democracia” de Demasi, Ricco, Landinelli y López. F.C.U., PP. 65, 66)
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